jueves, 13 de enero de 2011

Presencia Inerte

No siempre se visita a alguien a quien se odió un día. A quien alguna vez, se soñó con su cabeza empalada en el palo más alto, cercano a una fortaleza enemiga como aviso. Pero así era Tyrum de Illionis.


Tyrum de Illionis, venció a un gran guerrero llamado Erthargt de Kaerleom. Y este, reconocíó honestamente que fue un gran hombre, y lo enterró como se merecía. Lloró por él, y se presentó a su mujer para decirle donde le había enterrado.
Siempre que se dirigía a un campo de batalla, iba a visitar su tumba., y honestamente le decía retóricamente:
"Nadie me enterrará como tú, no dejaré que lo hagan. Porque ningún guerrero será capaz de asestarme el golpe mortal. Recuerda que soy mejor que tú, y algún día volveré a visitarte en el infierno, y espero que el Diablo te trate bien, para que el día que nos volvamos a ver, vuelva a matarte".

Y así se dirigía al único hombre que admiraba, y si... era una lástima que estuviese bajo tierra.

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